A diferencia de los usuarios de la heroína que no responden a los cambios en el precio de la droga, los consumidores de cocaína consumirán menos a medida que el precio aumenta.
Algunos defensores de la legalización han apoyado la lógica aplicada a la marihuana, la cual sugiere que el consumo de la cocaína podría ser controlada mejor por medio de su regulación. Sugieren que también se podrían controlar los costos corolarios, tales como los resultados de las acciones de los cárteles de la droga, que a menudo corrompen y matan. Consideran que imponer un impuesto a la droga puede contener o frenar el consumo. Sin embargo, hay estudios que demuestran que la legalización de la cocaína, como mínimo, duplicaría el uso en países como Estados Unidos. Si bien esto puede no ser suficiente para disuadir a algunos expertos en políticas a que desistan de sus propuestas de legalización, SmartDrugPolicy considera que los costos para la sociedad superarían los presuntos beneficios teóricos, como el aumento de los ingresos tributarios o las presuntas reducciones de la violencia por parte de los cárteles. Estos temas se analizan bajo la sección de Despenalización y Descriminalización del tráfico ilícito.
La legalización de la marihuana continúa cobrando fuerza, ya que otros cuatro estados aprobaron medidas en noviembre de 2016 para su uso recreativo. Aunque es evidente que tener una sociedad libre de drogas es casi imposible, esto debería causar preocupación a aquéllos que buscan minimizar el uso y el abuso de las drogas y todos sus efectos dañinos sobre la persona, su familia, amigos, compañeros de trabajo y, efectivamente, sobre toda la sociedad en general.
Los defensores de la legalización señalan con frecuencia lo deseables que podrían ser tales políticas, particularmente en relación con las drogas duras, que tendrían el fin de aliviar los costos inherentes que recaen sobre los países de origen y tráfico que han sido creados por el actual régimen prohibicionista. Lo que esos defensores no ven es que los costos que surjan probablemente serán mayores para todas las partes, especialmente para aquéllos que se encuentran en los países de consumo, sin que los países de producción y transbordo se beneficien de manera significativa. La legalización por sí sola no abordará los factores profundamente arraigados que de por sí contribuyen a la violencia y corrupción en esos países. Por lo tanto, SmartDrugPolicy se dedicará a investigar, analizar y abogar por políticas de drogas que sean justas para todos.